Arte escondido. Agua olvidada

Iglesias de Palencia, Valladolid y Burgos. Canal de Castilla.

(Ampudia, Medina de Rioseco, Cuenca de Campos, Villalón de Campos, Paredes de Nava, Carrión de los Condes, Villalcazar de Sirga, Canal de Castilla: esclusas 14, 8, 7, Alar del Rey, Olleros de Pisuerga,  Sasamón, Olmillos de Sasamón, Castrojeriz, Santoyo, Támara de Campos, esclusa cuádruple de Frómista, esclusa de Calahorra de Rivas, Cisneros y Fuentes de Nava)

Mapa de localizaciones. Contiene todos los recorridos por Palencia
https://www.google.com/maps/d/edit?hl=es&mid=18B-wQOw3DhRBU73zVQV4sCPE4uk85cg&ll=42.60157532148531%2C-4.249467845507812&z=11

Nota para visitar las iglesias: al igual que en los otros relatos que incluyen visitas a iglesias o ermitas, aconsejo contactar antes con la/s personas responsables bien sean particulares o fundaciones. Los contactos que incluyo en el relato son del año 2024, pero pueden variar para otros años por lo que sugiero que se confirmen antes o se busquen a través de internet y a veces la información es confusa porque está desfasada por lo que hay que invertir un tiempo considerable. A veces también los contactos aparecen en las puertas de las iglesias.

Con temor, mucho temor, casi en el otoño iniciamos nuestro recorrido por tierras castellanas. Comprendería principalmente el norte de Palencia, pero rozaríamos alguna localidad de Valladolid y también de Burgos. Con dos puntos centrales: iglesias románicas y góticas  y el canal de castilla, gran desconocido para nosotros. Y lo preparé en dos o tres días, casi con dedicación exclusiva.

Y digo que lo iniciamos con miedo porque nuestra amiga peluda, Tula, con 16 años y medio y que durante 15 ha sido una compañera inseparable e infatigable, últimamente y desde agosto, muestra signos de cansancio y  hace 10 días, cuando pusimos rumbo a Galicia,  y a tan solo 300 km  de Madrid en nuestro primer día de viaje, su estado nos alarmó hasta el punto  de regresar a casa desde donde hicimos noche en Mombuey.  Y es que es difícil describirlo pero entró en una especie de shock o semishock que ni siquiera sus veterinarios supieron explicar, lo cierto es que desde esa  tarde hasta el medio día siguiente, estuvo como desmayada, sin tono muscular, sin querer ni comer ni beber nada, sin sostenerse de pie…y nos temimos lo peor.

Pero milagrosamente en 24 horas se recuperó y aunque su actividad es muy limitada, come, bebe, camina,… hace una vida normal dentro de lo que es normal para su edad. Y así ha estado durante los 10 días siguientes  a este suceso, así que, teniendo a la vuelta de la esquina el otoño y el duro invierno en que las salidas serán ya muy muy limitadas,  nos hemos animado a hacer un pequeño recorrido, eligiendo un destino más cercano, como el Norte de Castilla y Leon y limitando los días a cinco.  Y es que también sumamos que desde nuestro regreso de Holanda a mediados de mayo únicamente habíamos salido cuatro días dos veces a Oliva, a la playa, en junio y septiembre, pero no hemos hecho ninguno de los recorridos que a nosotros nos gusta hacer

Nuestro primer destino elegido fue Ampudia, a unos 30 km al norte de Valladolid y sin nada destacable llegamos a esta localidad alrededor de las 16 horas encontrándonos con que estaba en fiestas, las de San Miguel.

La elegancia de su castillo en una pequeña loma cercana a la localidad, nos da la bienvenida a esta villa declarada como una de las más bellas de España. Pero nos  sorprende la cantidad de coches y de gente que ocupan incluso las plazas de aparcamiento para autocaravanas incluyendo la zona de desagüe, pese a que el campo de futbol anexo donde había espacio suficiente, estaba medio vacío.

Aparcamos la autocaravana en su pequeña y agradable área (41.9109, -4.7809)   junto a otras dos, acoplamos a nuestra compañera que lamentablemente ya no puede acompañarnos en nuestros paseos, y nos dirigimos en primer lugar hacia el castillo.

Pequeña fortaleza medieval del siglo XV, es el mejor conservado de la provincia de Palencia y yergue su  elegante figura  a las afueras de la población. Testigo de hechos históricos como la firma del documento por el cual se cambió la capitalidad de Valladolid a Madrid, alcanzó su máximo esplendor en el   siglo XVII cuando el Duque de Lerma, y favorito del Rey Felipe III, se convirtió en su dueño atrayendo en distintas ocasiones a esta villa a la corte. A partir de entonces parece que cae en declive y es en el XX de las manos de un particular, cuando recupera su aspecto actual.

Disfrutamos de su bella estampa deslucida hoy por hordas de gente que pululaban a su alrededor haciéndose fotografías de todo tipo.

Bajamos una corta calle y nos introdujimos por sus calles medievales que nos llevaron a una principal porticada a ambos lados y animada por una feria “barroca”.  Numerosos puestos ofreciendo productos de todo tipo, desde quesos, dulces, embutidos, hasta artesanía variada, se alineaban bajo los soportales y la calle estaba cuajada de gente. Lo que en un principio era una estampa muy animada, a nosotros nos impidió disfrutar de la belleza peculiar de esta larga calle.

Así caminamos sorteando gente hasta llegar a su iglesia en donde en su explanada había una exhibición de cetrería. Aprovechamos para admirar algunas rapaces que allí tenían pero eran tan largas las explicaciones que daban a modo de introducción antes de que realizaran un vuelo de exhibición, que nos fuimos.

Rodeamos la iglesia y regresamos por esta animada calle donde ahora un pequeño grupo de teatro al que se sumó otro de músicos, amenizaban y divertían a los visitantes.

De nuevo en la autocaravana dedicamos el resto de la tarde a descansar aunque también hubo intentos de “educar”.

Deje una nota en el parabrisas del turismo que había aparcado en la zona de desagüe y a dos turismos que intentaron estacionar junto a nosotros en plazas de autocaravana, salí a disuadirlos. La respuesta era casi siempre y sorprendentemente la misma: “no lo he visto” (pese a que están dibujadas en el suelo y hay una señal vertical de prohibición excepto autocaravanas),  “no lo sabía” y/o “solo son 10 minutos”. La que más “peros” puso fue una señora que acompañaba a su hija y nieta y que cuando la dije dónde estaba aparcando y que además, obligaba a una autocaravana estacionada ya a realizar varias maniobras para poder salir,  me dijo que no pasaba nada, que maniobrando salía, pese a que la señalé el campo de futbol anexo vacío remarcándola no solo que estaba aparcando en zona prohibida, sino que tenía sitio de sobra a escasos metros y que dificultaba a nuestros vehículos el poder salir.  Lejos de pedir disculpas y asumirlo, no lo hizo, se fue dándome a entender que no quería discutir. Y su nieta de testigo. Me hago mayor, y además, no se me agotan las ganas de luchar.

Añado además que una de las autocaravanas aparcada que parecía alquilada, encendió el motor y así permaneció por más de cinco minutos hasta que llamé a su puerta para decirla que nos estaba atufando. Su respuesta, en la misma línea que la de la señora anterior, que se iban ya ante lo cual la señalé que llevaba mucho tiempo encendida así que sencillamente me dio con la puerta en las narices.

Yo he educado a mis hijos en el respeto a los demás, o al menos eso he intentado. Estos “cenutrios”…lamentablemente no son ya educables y solo entienden la sanción. Como alguien me dijo una vez, no voy a ganar todas las batallas y he de elegir las que puedo ganar. Esta, está perdida.

Y la noche se nos vino encima y poco a poco empezaron a desaparecer los coches hasta quedarnos solos. Vino una autocaravana francesa, mejor. No me gusta estar tan sola, aunque el área está pegada a la localidad.

Tula cenó estupendamente y nada hacía prever lo que pasaría al día siguiente e incluso por la noche en la que estuvo inquieta.

LUNES 30 de septiembre

Cargamos y descargamos el poco agua que habíamos gastado y mientras, yo mantuve una breve charla con una abuelete lugareño que me dijo que el pueblo era muy rico. Es cierto que antes de llegar habíamos observado molinos de viento, muchos, dispersos por el paisaje. Nos dijo que por cada molino podrían recibir 5000 euros y un 20% se lo llevaba el Ayuntamiento. Pero muchos molinos eran del propio municipio con lo que los ingresos en este caso eran limpios. Además tenían pinos piñoneros y coto de caza, lo que sumaba más ingresos aún. Como afirmó ser padre de un teniente de alcalde, aproveche para que le transmitiera nuestro agradecimiento por el área a la que no le faltaba nada.

Circulamos por carreteras que en línea recta atraviesan campos y campos de tierras. Y nos cruzamos con casi una docena de perdices que delante de nosotros corrían por la carretera. Un regalo para los ojos.

Nuestra primera parada fue en Medina de Rioseco pasando antes por Montealegre para disfrutar de la vista desde lejos de su castillo, inmensa mole en lo alto de una cima dominando un extenso paisaje llano de terrenos infinitos. Castilla, tierra de campos en su estado puro.

El paisaje es sobrecogedor ya que la vista se pierde en esta inmensa llanura donde las tierras se suceden unas a otras, en su mayoría cultivadas. Mi hermana ya me había dicho que era una zona muy rica.

Y llegamos a Medina de Rioseco y dejamos la autocaravana en el área, fea, poco atractiva, pero muy cerca de la dársena del canal de Castilla a donde nos acercamos caminando. Tula parecía muy cansada, entrando de nuevo en ese estado de sopor o de semishock.

Esta dársena merece una visita, no parece un paisaje castellano, si no que casi parece que estoy viendo el canal de Midi francés que desde esta dársena se extiendo hacia el horizonte.

Aquí se conservan los antiguos almacenes, la  casa del encargado del muelle, con un reloj de sol en su fachada y la fábrica de harinas «San Antonio» hermoso edificio restaurado que se refleja en las tranquilas agua de la dársena. Visitable, pero hoy lunes, cerrado, al igual que el barco turístico que recorre parte del canal.

Junto al área de autocaravanas, otro gran edificio posiblemente de otra harinera, nos muestra un pasado activo y rico. Ahora casi en ruinas y sin restaurar, se asoma tímidamente a una calle donde las viviendas han ido creciendo según él ha ido perdiéndose en el olvido.


Ahora ponemos rumbo a Cuenca de Campos a dónde íbamos a visitar la Iglesia parroquial de los Santos Justo y Pastor (42.06018, -5.05641) con un artesonado mudéjar del siglo XVI.

Fue mi hermana la que había llamado mi atención sobre este rincón ya que esta iglesia se había adherido a un proyecto financiado por la Junta de Castilla y Leon. A través de la página https://museosvivos.com/ se puede seleccionar el lugar a visitar de los mostrados, el día y la hora. Se cumplimentan los datos y en un email remiten un código de acceso. La visita es gratuita, con lo que no estoy muy de acuerdo. Debemos de ser conscientes de que tenemos un patrimonio inabarcable y que con nuestra visita, generamos unos pequeños gastos que al menos, debemos de abonar y así contribuir a su conservación.

Una vez allí y aunque el horario seleccionado era de 13 a 14 y pese a que llegamos a las 11,30, no tuvimos ningún problema para acceder.  Una vez introducido el código, la puerta se abrió. 

Su interior nos sorprendió: un artesonado mudéjar de madera cubre  toda la nave. La capilla mayor está cubierta con  labores de lacería y policromada . Esta iglesia del siglo XV  es la tercera más importante de la provincia de Valladolid.

Contiene un pequeño museo de arte sacro, que acoge las imágenes de tres antiguas iglesias de este municipio que se han ido destruyendo a lo largo de los siglos. Y en la sacristía nos encontramos también con otra sorpresa, un techo con frescos y una colección de objetos religiosos, orfebrería y textil guardados en urnas de cristal. Todo un descubrimiento maravilloso en un rincón escondido de esta tierra de campos vallisoletana de la que ya mi hermana nos había hablado.

En el interior existen cámaras de vigilancia y avisan de ello. Lo que parece lógico dado el tesoro que se guarda en su interior. Es una solución muy buena para visitar nuestras iglesias, esas de la España vaciada y para las que en muchos sitios tienes que buscar a la persona que custodia la llave y que venga a abrirla. Así visitamos muchas hace unos años, pero el sistema parece haber cambiado de lo que me alegro porque resultaba muy complicado.

Ahora, a parte de la página de museos vivos, https://museosvivos.com/  descubrimos otra,  https://camposdelrenacimiento.com/  que recoge varias localidades de Palencia: Becerril de campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava cuyos horarios ya desde octubre son de jueves a domingo en mañana y tarde abonando una pequeña cantidad. Y por último, la fundación NARTEX (Arte, Fe y Cultura de la diócesis de Palencia,  Teléfono y whatssap 616520509. https://artepalencia.es/ )  reúne también diversas iglesias románicas del Norte de Palencia disponiendo de recorridos y abonando también un pequeño importe.  

Pero en otras, sigue existiendo el mismo sistema de antes: localizar a la persona que tiene la llave que normalmente suelen tener un horario que ya desde octubre es de miércoles a domingos  también en mañana y tarde y concertar con ella la visita dentro del horario estipulado ya que este horario no garantiza que esté abierta si no que solo en esa franja horario podrían abrirla y mostrarla.  Y esta última opción fue la más complicada ya que en la web se puede encontrar más o menos información con un poco de paciencia, pero a veces está desfasada ya que llamaba a los teléfonos que aparecían y o no existían, o nunca respondían la llamada.

Resumiendo, pretender hacer una ruta cultural por esta zona y hablo ya de cubrir el norte de Palencia y poblaciones limítrofes con León, Valladolid o Burgos, es componer un puzle, pero primero, hay que ir buscando las piezas. Además, lo que en el año 2024 vale, posiblemente para el siguiente no lo sea, como hemos podido comprobar.

Desde Cuenca de campos nos dirigimos hacia la laguna de Fuentes de Nava parando antes en Villalón de Campos para visitar su Plaza Mayor, una de las más bellas de Castilla con sus casas multicolor, donde se encuentra su obra más significativa, el Rollo Jurisdiccional del siglo XVI, el más alto de España y declarado Monumento Nacional.

De regreso nuestra amiga peluda no parecía mejorar. Nuevamente estaba apagada, sin ganas de nada.  La dimos de beber agua con una jeringuilla y cuando llegábamos a Fuentes de Nava nos dimos cuenta que nos habíamos dejado una pastilla para abrirla el apetito. Conseguimos solventar esta situación con la buena voluntad de la gente, como casi siempre. Por un lado nuestra veterinaria nos envió una receta por Whatssap y la farmacéutica a quien antes habíamos consultado por teléfono, nos la vendió. Y es que se trata de un medicamento que en humanos es un antidepresivo, por lo que su venta, sin receta, no era posible.  

Una vez en la  laguna  comprobamos con tristeza que no había ni gota de agua, pero ni gota, y eso que  era de considerable tamaño,  así que continuamos rumbo a donde nos encontramos ahora en el área de autocaravanas de  Paredes de Nava (42.1494, -4.6936), al lado de la población en un lugar tranquilo aunque yo oigo pasar el tren que cesa hasta las 23 y hasta las 8 horas. Tula sigue mal así que nos planteamos comer y regresar a casa. Tan solo 3 horas nos separan. Pero mientras comemos vemos que ella se anima a comer, eso sí, tumbada, de nuestra mano y lo que la gusta. Pero come bastante bien. Así que decidimos pasar la tarde aquí en lugar de dirigirnos a pasar la noche a Carrión de los Condes, y ver como transcurría la tarde y la noche y en función de ello, continuar nuestro itinerario o  regresar.

Somos conscientes de que no va a mejorar y regresar sería para que estuviera en casa tranquila, porque aunque aquí lo está, su casa es su casa. En fin. Ya nos despedimos de ella hace 10 días cuando la vimos tan tan malita y de hecho pensamos que no saldría y que si sufría, tendríamos que decidir dormirla. Pero aquí sigue. Así que la vida nos ha regalado tres años (desde que se cayó por una cascada en Cáceres) y ahora 10 días más, pero, no sabremos hasta donde llegará. Su longevidad y sobre todo, su fortaleza nos sorprende a todos.

Decidimos salir a estirar las piernas y acercarnos a la iglesia de Santa Eulalia (42.15289, -4.69385) a la que tardamos pocos minutos en llegar.


Se encuentra en el centro de la población y de una gran plaza, espaciosa, llena ahora de gente que descansa o vigila los juegos de sus hijos. Es un lugar estupendo. Y la iglesia es impresionante.

Este magnífico edificio es el resultado de una amalgama de estilos y fases constructivas iniciadas en el siglo XII. Al estilo románico se suceden con armonía el gótico, gótico flamígero y renacentista, siendo coronada la torre en el siglo XVI con una pechina piramidal mudéjar, ornada con azulejos esmaltados de colores, que quizás es lo que más llama nuestra atención. En su interior hay una exposición y se encuentran joyas de la pintura española como es su Retablo Mayor con las tablas de los Reyes de Israel obra de Pedro Berruguete. Pero hoy lunes, está cerrado y no abre hasta el jueves, así que nos tuvimos que conformar que ver esta soberbia construcción desde el exterior.

Regresamos, cenamos y nos preparamos para afrontar la noche. Aprovechamos los dos asientos delanteros donde ponemos el respaldo de uno de los sillones para poner encima su cojín de dormir y hacerla prácticamente imposible que se caiga. Pero a las 1,30 me despierto sobresaltada con Angel pidiendo desesperadamente que le dejara salir. Parece que Tula intentaba por todos los medios salir por el único hueco imposible que había entre el asiento del conductor y la puerta. No podría caber pero ella lo intentaba. Así que desconcertada, adormecida, sin saber que pasaba y Angel intentado abrirse paso con ella en brazos para sacarla, como pude me hice una pelota para dejarle paso. Una vez fuera, dice que intentó por todos los medios hacer caca. Parece que es lo que quería y de ahí su desesperación, aunque consiguió hacer bien poco.

MARTES, 1 DE OCTUBRE

Y desde las 1,30 la hemos tenido que despertar a las 9,30, para sacarla a hacer pis. Parece que se encuentra bien así que decidimos poner rumbo a Carrión de los Condes, al Monasterio de San Zoilo (42.34064, -4.61109) a donde llegamos a cinco minutos pasadas las 10, la hora de apertura

Nos sorprende ver gente, parejas de jóvenes jubilados dispersos por la iglesia y el claustro. Parece que hay más gente que hace turismo cultural en esta época.

Fundado en el siglo X, este monasterio sufrió transformaciones de las que apenas quedan restos ya que fue reconstruido en los siglos XVI, el claustro, y en el XVII la iglesia.

Pero lo que más nos atrajo fue su claustro, de los más bellos del renacimiento y parece que en su construcción intervinieron varios arquitectos. Es de dos pisos y sus tramos están  cubiertos con bóvedas de crucería, decoradas con multitud de medallones con bustos  hasta unos 200 representando una extensa iconografía.  Es de  una gran belleza y nos dedicamos a su tranquila contemplación y disfrute.

Y terminamos nuestra visita en la curiosa  biblioteca jacobea.

Ahora ponemos rumbo al área de autocaravanas donde encontramos también otras tres más de jóvenes jubilados. Es un área estupenda, a unos metros del río en una zona deportiva y  aunque con pocas plazas, tiene un hermoso descampado al lado, en caso de necesidad.

Tomamos un camino a nuestra derecha que sigue el curso del rio que discurre a nuestra izquierda y donde abundan los azulones.  Cruzamos un puente que nos lleva a un hermoso parque y de allí por una calle que asciende levemente, entramos directamente en la playa mayor con la fachada de la iglesia de Santiago a nuestra izquierda.

Ya había estado aquí y el recuerdo era de una ciudad más ruidosa, más sucia, con más gente, más inhóspita. Ahora me parecía una ciudad tranquila y limpia y con mucho menos tráfico.   

Su antigüedad se remonta a mediados del s.XII. y de  esta época sólo subsiste el muro circundante, los tres ábsides circulares de la cabecera y su maravillosa fachada occidental, de hacia 1160, formada por una puerta de arco de medio punto , con una arquivolta en la que aparecen  profetas, combatientes, los gremios y los oficios medievales de Carrión que tanta importancia tuvieron en la Edad Media. Se trata de 24 figuras, 22 humanas y 2 leones. 

En la parte superior impresiona el friso con  las esculturas de los doce Apóstoles repartidos simétricamente en torno al Cristo Patocrátor rodeado los cuatro Evangelistas representados por sus respectivos símbolos iconográficos.

Disfruté en tranquilidad de esta hermosa fachada para dirigirnos después a Nuestra Señora del Camino donde se encontraban celebrando misa por lo que discretamente desde la parte de atrás, admiramos las proporciones de esta hermosa iglesia de tres naves. Fue construida a mediados del siglo XII y consta de tres naves y para ser una iglesia románica tiene grandes dimensiones.

Y ya habíamos visitado lo que pretendíamos así que regresamos al área y ahora pusimos proa a Villalcazar de Sirga (42.31699, -4.54245) donde también habíamos estado aunque esta vez, su iglesia de Santa Maria la Blanca me pareció mucho más grandiosa y hermosa que la primera vez que la descubrimos casi por casualidad porque está en el centro de la población y destaca por sus grandes dimensiones y encontrarse  elevada por lo que es visible desde muchos puntos.

De la llamada “la catedral de los templarios” destaca su espectacular fachada de la puerta meridional con cinco arquivoltas que muestran esculturas colocadas en el sentido de las arquivoltas representando angeles, santos o músicos.  Encima de esta puerta hay dos frisos superpuestos: en el inferior con las escenas de la Adoración o Epifanía de los Reyes Magos a la izquierda, y la Anunciación a la derecha. El friso superior está dedicado a la Apocalipsis y el regreso de Cristo en Majestad, con Tetramorfos incluido y el Apostolado. 

Junto a esta puerta  hay otra portada aunque más pequeña.  Protegiendo ambas un inmenso soportal que durante siglos ha protegido esta obra maestra.

Es uno de los  templos medievales más notables del Camino de Santiago en Castilla y León. Es un soberbio edificio de sillería, construido a finales del siglo XII y principios del XIII, románico en transición al gótico.

Dentro se celebra un funeral así que de nuevo, discreción para visitarla. Y…qué hermosa es!!! Espaciosa, luminosa, elegante…Consta de tres altas naves, especialmente la central y crucero, cubierto con bóvedas de crucería sencilla.

En el exterior pequeños grupos de gente se reúnen en torno a mesas de un sencillo bar restaurante degustando ya de su comida aunque no serían ni las 13. Y mucho, muchos peregrinos. Casi parecía una romería. Las vistas desde esta terraza…inmejorables, a la portada de este impresionante monumento.

Ahora ya era el turno del Canal de Castilla, el “canal de Midi” español, tan desconocido para todos e incluso para mi.

El Canal de Castilla es una de las obras de ingeniería más importantes de España, concebido por el Marqués de la Ensenada en el siglo XVIII para transportar el cereal  castellano por  toda España.  El plan inicial pretendía cuatro grandes canales de los que se completaron dos.  Este proyecto inicial sufrió notables recortes y modificaciones siendo solamente ejecutados 207 Km. desde Alar a Ribas de Campos donde se bifurca terminando un ramal en Medina de Rioseco y otro en Valladolid. Su cauce fue excavado directamente sobre el terreno, a pico y pala. Tiene forma trapezoidal y una anchura y profundidad que van cambiando a lo largo de su recorrido variando de 11 a 22 m y de 1,80 a 3 m, respectivamente.

En 1831 se concede a una empresa privada su explotación a cambio de que finalice las obras pero 70 años después, ya en decadencia por el desarrollo del ferrocarril,  vuelve al Estado y es la confederación hidrográfica del Duero quien lo gestiona cerrándose a la navegación en 1959 y usándose como canal de riego, fuerza motriz para harineras y pequeñas centrales hidroeléctricas. Es en el pasado siglo, en 1991 cuando se declara bien de interés cultural con categoría de conjunto histórico.

Las esclusas eran los "ascensores" del canal, que permitían que las barcas pudieran salvar los desniveles y seguir navegando a lo largo del canal. Funcionaban mediante un sistema de compuertas, que permitían llenar o vaciar un vaso para igualar los niveles de agua. El mecanismo para abrir y cerrar las compuertas era manual, mediante una cadena sujeta a un torno.

En nuestro recorrido, había señalado unas esclusas que iban apareciendo a lo largo de la carretera PP6122 desde Melgar de Fernamental. Esta carretera es más estrecha que la nacional 611 que discurre casi paralela, pero de ancho suficiente.

Y en poco tiempo nos encontramos con la esclusa número 14 (42.44371, -4.26539) quizás para mi la más bella de todas, en medio del campo junto a un edificio abandonado testigo mudo de lo que un día fue.  A pesar de los siglos, posiblemente dos, se conserva muy bien y parece que pudiera estar en perfecto funcionamiento. Lo que más me gustó fue el entorno, solitario, con ese edificio en ruinas, comido por el tiempo, olvidado...Lastima no poder dedicar más tiempo a este rincón pero no había apenas sitio para aparcar y nos retiramos a un lado de la carretera. La entrada era más bien fea así que por turnos nos asomamos.

El ancho de este canal es como una tercera parte de la del Canal de Midi, pero no tiene nada que envidiar al francés, con un camino rural a lo largo de él para pasear en bicicleta, como el francés. Digamos que este es más sencillo, más de “andar por casa” sin la magnificencia del francés. Se quedaría en una “pretensión” pero con  casi todo el encanto que el Canal de Midi.

Hay varios barcos que navegan trozos de este canal, al igual que en Francia. Pero el que parte de Medina de Rioseco no funcionaba los lunes y luego el de Herrera de Pisuerga, por el que pasaríamos hoy, informa que la esclusa número 6 está sin reparar y no se remonta por lo que para mi pierde todo su encanto reduciéndose a un simple paseo en barco sin poder ver el funcionamiento de la esclusa.

Continuamos por esa carretera hasta llegar a la esclusa número 8 (42.54276, -4.29766 ),  con mejor acceso, bella, pero sin el encanto de la 14. En Ventosa de Pisuerga, ya en la nacional 611, dimos con la séptima (42.56411, -4.31389) esclusa. Aunque todas son parecidas, cada una es distinta a la otra, y reunidas todas en mi cabeza conformaron un hermoso conjunto y ejemplo de lo que un día debió de ser.

Ya eran cerca de las 14 horas y aunque el entorno de la séptima esclusa era muy hermoso, decidimos dirigirnos al área de autocaravanas de Herrera de Pisuerga (42.5902, -4.3333), una de las más bonitas y tranquilas que conocemos y que hasta ahora, siempre la hemos encontrado llena.

Pero hoy, un martes de octubre, estaba vacía, tan solo una autocaravana británica que parte al rato  aunque un poco después es sustituida por una “cafetera” holandesa en la que viajan dos jóvenes.  Y nos quedamos a descansar. Estamos a tan solo 20 km de Olleros de Pisuerga donde mañana visitaremos el eremitorio, pero hasta las 11 no abren así que tendremos tiempo no solo de llegar sino también de visitar Alar del Rey, cuna del Canal de Castilla.  

La tarde se ha tornado gris y nubarrones negros se alternan con nubes blancas cerrando el cielo, dejando escapar algunas gotas para luego abrirse y dejar escapara los brillantes rayos del sol de otoño con una luz especial. Intentamos salir nosotros sin la peluda, pero nos sorprendió una débil lluvia que nos obligó a regresar. Poco después lo haríamos con Tula y nos sorprende lo animada que la vemos. Camina al trote, como hace tiempo que no la vemos, pero …es una fuente de problemas porque ahora no la vemos hacer caca. En fin. Por una cosa o por otra, estamos siempre en alerta con ella. Sabemos que su tiempo se agota. Y el nuestro con ella, también.

MIERCOLES 2 DE OCTUBRE

Noche tranquila. De madrugada ha roto a llover, suavemente. Después de desayunar hemos cargado y descargado agua porque a partir de ahora la pernocta en áreas estaba un poco insegura y nos hemos dirigido en primer lugar a Alar del Rey al nacimiento del canal de Castilla (42.66071, -4.30538).


Una vez allí hemos admirado el impresionante paisaje dominado por el agua del nacimiento de esta obra de ingeniería. El recorrido que realiza el Canal está dividido en tres ramales: Ramal Norte , Ramal de Campos y Ramal Sur.El Ramal Norte recorre 74 km. Salvando un desnivel de 80 m para lo que posee un total de 24 esclusas que se reparten desde Alar del Rey hasta Ribas de Campos donde se bifurca en los otros dos ramales.

Luego nos hemos acercado a ver la primera retención del canal, con sus característicos muros de piedra roja a ambos lados y las dos torretas que lo custodian. Hemos prescindido de ir a la dársena ya que pensamos que sería similar a la de Medina de Rioseco,  para poner rumbo directo a Olleros de Pisuerga a la ermita rupestre de San Justo y  Pastor (42.74569, -4.2855).

Hemos recorrido los pocos kilómetros que separan ambas localidades en poco tiempo. Una vez allí hemos encontrado un buen lugar para dejar la autocaravana, que dicho sea de paso no ha sido muy fácil, y hemos caminado los 200 metros que nos separaban de este lugar.

Cuando hemos llegado un grupo de unas 12 personas llenaba esta espectacular iglesia rupestre excavada íntegramente en la misma roca. Y nos hemos unido a él en las explicaciones que daban.

Llamada “la Catedral de la Piedra”  o “la basílica del eremitismo rupestre”, esta impresionante obra  tiene sus orígenes  en el siglo IX, tras la llegada de monjes mozárabes que  comenzarían a excavar la roca aprovechando así los recursos disponibles para construir una ermita. Sin embargo, esta sufriría distintas ampliaciones hasta el siglo XVIII, conformando el aspecto de la Iglesia actual.  

   

El interior consta de dos naves separadas por tres columnas (una es original), cubiertas por dos falsas bóvedas de cañón apuntado, aunque con una función puramente ornamental y  cada nave tiene su respectivo ábside. A los pies se sitúa un coro de madera desde el que se visualiza todo el interior. 

Al parecer este lugar fue también un monasterio, seguramente para unos tres monjes, que tenían sus celdas encima de la iglesia y nos muestra las marcas que las vigas han dejado en la pared de roca.

Y hoy, he aprendido una cosa más de algo tan común para mi como era ver los enterramientos que se hacían en las iglesias. Sabía que era así, pero lo que desconocía era que se enterraba un cuerpo encima de otro hasta llenarlo. Así las iglesias, terreno santo para reposar, eran auténticos cementerios donde los cadáveres se pudrían. El olor era nauseabundo y para eso lo enmascaraban con el incienso (siempre pensé o me contaron que era ocultar el “olor a humanidad” de la gente allí congregada) además era el origen de epidemias como la peste hasta que Carlos III lo erradicó y es a partir de entonces cuando nacen los cementerios, fuera de las poblaciones.

Al margen de estas consideraciones históricas o artísticas, este lugar tiene una belleza inusual. Su sencillez es cautivadora y la magnitud de la obra sobrecogedora. 

Desde fuera admiramos su integración en la roca donde podemos ver aperturas pequeñas que posibilitan la entrada de luz. 

Y atrás dejamos esta ermita para dirigirnos ahora a Sasamón, adentrándonos ahora en la provincia de Burgos. La lluvia hace acto de presencia y nos acompañara casi todo el día no cesando hasta poco después de las 17 horas.

En Sasamón llamé para visitar la iglesia  de Santa María la Real (42.41822, -4.04381). El horario es de 11 a 14  pero hay que llamar para que la abran ya que permanece cerrada. Quedamos 15 minutos después, tiempo que nos dimos para dar las medicinas a Tula y poder llegar ya que aparcamos fuera de la población, a cinco minutos caminando.

Y cuando llegamos, impresiona esa iglesia, que no parece tal. Por sus dimensiones parece más una catedral. Y es que fue sede episcopal.  Presenta elementos arquitectónicos y escultóricos que abarcan desde finales del siglo XII hasta el XVII. Una hermosa portada románica capta inicialmente nuestra atención.  Al parecer es una de las más bellas del gótico burgalés. Data del XIII a imitación del pórtico del Sarmental de la Catedral de Burgos. En el tímpano aparece Cristo entronizado, rodeado de los evangelistas, mientras que en el dintel aparecen los Apóstoles.

Enseguida aparece la persona que nos abre, el alcalde la localidad. Abonamos un euro y medio por persona. Cantidad ridícula con lo que no sacan ni para reparar este inmenso monumento porque ellos,  ellos son voluntarios.

Accedemos al interior y su tamaño me deja perpleja. Se alza esbelta, luminosa, armoniosa. Es una belleza, sencilla y elegante. Casi ni le doy los buenos días al buen hombre atraída por la magia desatada y la sopresa. 

Destaca un púlpito y varios sepulcros góticos. Pero sobre todo, no puedo bajar la vista de esta inmensa…catedral y mis ojos se pierden por las alturas repasándola, recorriendo sus nervaduras,  disfrutando de  la luz y la elegancia de sus formas.

Pero nos abre una puerta lateral y accedemos a un hermoso claustro gótico que me deja perpleja.  La techumbre se derrumbó por lo que en su lugar hay un techo de madera, pero el conjunto es de una gran belleza.  Sustituye a uno anterior románico y se atribuye a Juan de Colonia.   Si tengo que decir que el románico me atrae especialmente por su sencillez, los claustros góticos tienen para mi una singular belleza. Tan distintos de los románicos, sin esa sencillez, pero a su manera son igualmente hermosos.

No me puedo creer que casi en medio de la nada encontremos estos tesoros y me reafirmo más en creer que tenemos un patrimonio inabarcable.  

Detrás de las capillas absidiales, en la cabecera de la iglesia, se encuentra la hermosa sacristía construida en el siglo XVI, de planta cuadrada y cubierta con bóveda estrellada, decorada con una impresionante cajonería. 

Sus dimensiones también son equiparables a las de una catedral, en consonancia con las de la iglesia y dentro guardan libros y casullas bien protegidas en vitrinas.  

Y al irnos descubrimos la última joya de este sitio, su pila bautismal, sencilla y muy hermosa. Todo un tesoro. No puedo remediar emocionarme con todo lo que contemplo, sorprenderme con estas bellezas que parecen dormir en un pasado de esplendor y permanecer ahora escondidas para aquellos que no tengan excesiva curiosidad.

Nos despedimos de nuestro anfitrión y aun impresionada por el lugar no puedo dejar de mirar hacia atrás y maravillarme con este impresionante edificio que parece fuera de contexto, en el centro de una sencilla población.

Ahora nos dirigimos a Olmillos de Sasamón, a su castillo (42.39709, -4.03631) que encontramos en la misma localidad, pequeño, elegante, bien conservado y convertido en hotel restaurante de 4 estrellas.

Y por la hora decidimos rodar hasta la cercana población Castrojeriz en el Camino de Santiago. Allí hay un aparcamiento tranquilo  que nos puede acoger y esta tarde si tenemos ganas, podemos pasear por esta localidad.

Y en poco tiempo llegamos y aparcamos en una pequeña explanada junto a la guardia civil (42.2877, -4.1412). La lluvia no nos da tregua, así que comemos y descansamos. Sobre las 17 horas decidimos acercarnos a visitar la iglesia de Santo Domingo ya que la de San juan Bautista que parece contener un hermoso claustro románico, no podremos visitarla por estar ya cerrada hasta la primavera siguiente.

Ha dejado algo de llover y caminamos unos 400 metros hasta llegar a Santo Domingo. Lo hacemos por la calle principal de la localidad, en pleno Camino de Santiago, jalonada de casonas de piedra, pero prácticamente no encontramos a nadie, excepto algún peregrino perdido.


La iglesia de Santo Domingo data del siglo XV con cubiertas del XVIII y actualmente está desacralizada y han intentado darla una función que es la de Centro de Interpretación del Camino de Santiago IACOBEUS.

Aunque su interior es hermoso, la belleza de la de Sasamón eclipsa a esta y el verlo con “estands” no me gusta, la ha hecho perder su encanto. Comprendo que es la manera de que sobreviviera, pero también he sentido cierta decepción. La joven que nos atiende nos dice que hay un video pero la decimos que queremos ver solo la iglesia. Nos explica que el terremoto de Oporto la afectó y se encuentra un poco torcida por lo que la han tenido que sujetar en parte con unas tirantas.

La pregunto por la iglesia San Juan Bautista y me dice que a veces se puede concertar la visita unos días antes, si el sacerdote lo quiere, información que no me dieron cuando contacté telefónicamente, por lo que me siento defraudada y la otra posibilidad era acudir un poco antes o después de la misa de 7 a ver si el cura nos quiere enseñar el claustro que también tiene una exposición permanente.

Caminamos por la calle principal, atravesamos la plaza mayor en obras hasta llegar a esta iglesia a las 18,15 y nos sentamos un poco, a hacer tiempo. Llegaron las 18,30 y pensamos que no tenía sentido seguir esperando, que lo mismo podría venir media hora después. Y también decirnos que no, o que esperáramos a la finalización de la eucaristía. Por otro lado el que en un claustro románico  hayan puesto, de nuevo, otra exposición, tampoco me atrae mucho. Y me viene la imagen de la iglesia de Santo Domingo  y creo que me va a decepcionar, así que decidimos regresar a sacar a nuestra amiga peluda a pasear que lleva todo el día encerrada.

Valoramos la posibilidad de ir mañana a las ruinas del convento de San Antón que nos han dicho que son bonitas y al monasterio de las Clarisas a comprar dulces. Nos han recomendado los “puños” hechos a base de crema y nata. Visita que en principio  desechamos ya que estos dulces se estropearían antes de llegar a casa y a nosotros no nos convienen aunque sí valoramos positivamente acercarnos a estas ruinas.

En cuanto a la Colegiata de Santa María del Manzano, por lo que veo en internet no despierta mi interés y veo que hay dificultades para llegar por calles estrechas.

Así que dimos un paseo con Tula que hoy, al igual que ayer, parece estar más despierta y con más ganas. Alrededor de las 19 horas nos metemos ya en la autocaravana y unos minutos después rompe de nuevo a llover y hay momentos en que lo hace con ganas.

Y aquí estamos y esperaremos la noche que ya va cayendo, arropados por el murmullo del agua golpeteando la autocaravana, un sonido para mi muy agradable, y más, cuando estoy en la cama. Me siento segura, apartada del mundo, del exterior, protegida del frio, la lluvia….

JUEVES, 3 de octubre

Amanece un día luminoso y limpio y como hasta las 11 no podemos visitar ninguna de las iglesias planificadas decidimos acercarnos a las ruinas del convento de San Anton a escasos kilómetros de aquí.

Pasamos por la desviación al convento de Santa Clara, a donde queremos ir a sucumbir a las tentaciones de las delicias que hacen las monjitas clarisas que sin son tan buenas como las de Medinaceli, merece la pena el pecado, al menos un par de veces al año, que no tenemos edad como para privarnos ya de algunas delicias. También dejamos atrás  la colegiata de Santa Maria del Manzano y vemos que tenemos un sitio donde poder dejar la autocaravana para acercarnos andando a visitarla. Todo está en pleno camino de Santiago por lo que no dejamos de ver peregrinos que caminan casi en romería.

Pero nada más pasar la colegiata nos topamos de frente con un autocar suizo. No cabemos los dos así que como pude me eche a un lado de la carretera en un arcén algo ancho. Menos mal que fue aquí y no unos metros adelante donde ya no habría sido posible, y yo era el vehículo de menor tamaño, por lo que me hubiera tocado buscar un agujero donde esconderme.

Llegamos a las ruinas del monasterio de San Anton. Y ya lo creo que tienen su punto. Primero porque era la primera vez en mi vida que veía como una carretera atravesaba un convento y luego porque el lugar tiene un encanto especial. Merece la pena dedicarle unos minutos. Está arreglado y dentro hay una pequeña terraza para tomarse algo y un hospital de peregrinos.  En realidad la iglesia enlazaba con el antiguo hospital y parece que justo la carretera pasa por ese antiguo “enlace”.

Inicialmente, fue propiedad de una comunidad de monjes de la poco conocida Orden de San Antón, congregación que tiene origen africano en el siglo XI y que ayudaban a los peregrinos enfermos. Son especialmente recordados porque combatían la enfermedad de Ergotismo, llamada popularmente Fuego de San Antón y que se originaba por ciertas toxinas al ingerir pan de centeno contaminado por un hongo (cornezuelo). Aunque los antoninos se establecieron aquí en el siglo XII, el templo que vemos es posterior, del siglo XIV y estuvo activo hasta finales del  XVIII.

Nuestra siguiente parada sería en colegiata de Santa Maria del Manzano

Dejamos la autocaravana a un lado de la carretera y nos acercamos caminando.

Esta colegiata se remonta al  siglo IX, siendo reconstruida en estilo románico ojival a principios del XIII y poco después, a mediados del XIII, reformada y ampliada.  En su interior hay tres naves y conserva sepulcros de diferentes épocas y diversas esculturas, destacando sobre todo la talla gótica en piedra policromada de La Virgen del Manzano (siglo XIII), a la que Alfonso X alude en sus Cantigas, pero encontramos solo una burda reproducción ya que el original estaba en las Edades del Hombre. Lo que me atrapó más fue su magnífica fachada occidental presidida por un hermoso rosetón y una puerta abocinada con columnillas con capiteles vegetales y otros de iconografía todavía románica.

Y sucumbimos a la tentación y nos dirigimos al convento de las clarisas y allí nos encontramos, entre otros dulces, con las almendras con chocolate que hacen también las clarisas de Medinaceli y a la que nos hemos hecho adictos. Así que, decidimos no experimentar con otra cosa y pecar con lo conocido. Evidentemente la caja no salió indemne del convento. Comprobamos que eran tan deliciosas como las de Medinaceli. Se pasarán la receta por internet.

Ahora ya rumbo a Santoyo nuestro primer destino de hoy. Abrían a las 11 y llamamos por tercera vez (Tlf ¿675136574??) para informar de nuestra proximidad, pero nos informa que la iglesia estaba ya abierta ya que a las 12 había un funeral, así que para poder disfrutar de ella con tranquilidad, sin perder tiempo, nos dirigimos a ella.

Aparcamos a las afueras para no meternos por callejas estrechas. 

Y según nos acercamos nos impresiona la imponente silueta de la  iglesia de San Juan Bautista,  que más que una iglesia es una catedral. La torre campanario  de cinco cuerpos, conserva en la cumbre almenas, troneras y merlones que ofrecen al templo un aspecto fortificado. 

La obra se gesta en el siglo XII, sus primeros sillares muestran su aspecto más románico, pero la dilatación constructiva en el tiempo constata otros estilos como el gótico, el renacentista e incluso el plateresco.

Sin demorarnos accedemos al interior y me quedo sin aliento. 

Esbeltas y elegantes columnas se elevan hacia el cielo  dando un sensación de amplitud tremenda,  pero lo que más me impresiona son las cúpulas, las nervaduras que se cruzan en la altura formando elegantes figuras geométricas. 

En la bóveda central se dibuja una estrella de piedra de once lados.  Es impresionante, una obra de una belleza sobrecogedora. No puedo despegar la vista y mis ojos recorren  ansiosamente las alturas llenándome de la belleza que contienen.



Toda la nave es amplia, luminosa, elegante….Luego me fijo en los retablos, el principal del XVI, y en el artesonado decorado y policromado en la parte posterior inferior del coro, así como  en el órgano frente al a puerta de entrada.


Pero afuera se acumulan ya los vecinos que acuden al entierro y nosotros ponemos rumbo a Támara de Campos, a la iglesia de San Hipólito el Real, de la que solo nos separan cinco  kilómetros así que llamamos por teléfono a la persona encargada de su apertura que  nos dice que se dirige a ella (Tlf. 979810246)


Una vez más aparcamos a las afueras y nos dirigimos a la iglesia que es visible ya desde la carretera como la de –Santoyo. Y de nuevo, nos impresionan las dimensiones de esta iglesia catedralicia.

Esta imponente edificación data del último tercio del siglo XIV, aunque parece que existió una anterior, quizás del XIII. Su construcción se dilató más de cien años, concluyendo la obra en los primeros albores del siglo XVI, así que es de  transición gótico-renacentista.

Accedemos al interior donde ya hay cinco personas y lo primero que capta mi atención es un órgano que se encuentra sobre una sola columna de madera policromada que parece mármol y que se ensancha hasta conseguir las dimensiones necesarias para sostener un órgano. Esto no existe en ninguna otra parte del mundo.  Y este órgano  es también excepcional, de un solo teclado de 45 notas que hacen sonar 26 medios registros.

Esta catedral no resulta arquitectónicamente tan llamativa como la de Santoyo en cuanto a su amplitud y dimensiones aunque destaca su imponente torre de la Escuela de Juan de Herrera, construida tras desplomarse la primitiva y por dentro la iglesia está llena de detalles extraordinarios, como un retablo con una viveza de colores  que llama mi atención e incluso pregunto si ha sido restaurado, pero nos dicen que es el original. Parece recién realizado y es de una gran belleza.

La pila bautismal gótica, es otra pieza a destacar así  como un hermoso pulpito policromado.

El coro de nogal, atribuido a Simón de Colonia, también es otra pieza de gran belleza y está unido a la extraña columna que sustenta el órgano.

Nos dicen que en verano se celebran conciertos, que el órgano suena muy bien lo que unido a la sonoridad de la iglesia lo hace espectacular. 

Pero la respondo que en verano nos escondemos. Ahora, disfrutamos de la soledad, pero también nos perdemos este tipo de  eventos que se hacen cuando puede asistir más gente.

Sobrecoge tal derroche de arte, de elegancia, en lugares tan perdidos, tan alejados de grandes y famosas urbes. Y es que como ejemplo, este pueblo tiene censado 74 vecinos aunque lo habitan en invierno unos 30. Pero prefiero mil veces este tipo de catedrales que las de Burgos o León, sin desmerecer nada todo el arte y belleza que contienen ambas lugares.


Ahora ponemos rumbo a las esclusas cuádruples de Frómista que encontramos a pocos kilómetros en la misma carretera.

Estas esclusas están consideradas una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes del Canal de Castilla, porque salva cuatro desniveles con un total de 14,20 metros de altura. Se trata de las esclusas números 17, 18, 19 y 20 del Canal de Castilla.  

De nuevo piedra plana de tonos rojizos conforman sus muros. Han desaparecido las compuertas metálicas de cada esclusa, pero desde abajo es una imagen de postal que me recuerda mucho a las de Beziers, eso sí, estas son como de “andar por casa”,  como una cuarta parte más pequeñas que las de Bezier, es como si fuera a escala menor, pero de gran belleza estética. El camino de Santiago pasa justo por aquí y no dejamos de ver peregrinos.

Y ahora nuestro último destino por hoy, las esclusas de Calahorra de Ribas, “la cerradura”. Desde que vi una fotografía suya en el área de autocaravanas de Carrion de los Condes, desee conocer este lugar.

Rodamos por carreteras en medio de campos interminables, hasta que llegamos a este lugar. De nuevo la belleza de este sitio, con edificios en ruinas cercanos, testigos de la prosperidad que un día hubo, nos sorprende y sobrecoge. Y es que los edificios ruinosos lo dotan de una singularidad especial.

Son las 14 horas y decidimos ir directamente al área de Abarca de campos (42.0636, -4.8413), donde estamos ahora. Quizás es junto con la de Herrera de Pisuerga, de las más bonitas y tranquilas donde hemos estado. Esta es más  tranquila que la de Herrera ya que allí no dejaban de pasar camiones y tractores. Se encuentra en una zona arbolada al lado de una iglesia  a 100 metros de Canal de Castilla y  junto a esta tranquila localidad por la que después de dar una vuelta hemos visto a lo lejos dos vecinos.

Es pequeña y hemos encontrado dos autocaravanas mas, aunque una marcha pero viene otra. Hemos comido, descansado y dado un breve paseo y Tula esta ahora especialmente cansada. Ha estado dos días estupenda, animosa, pero antes de comer ha empezado con un extraño estado de agitación, de un ir y venir hasta que la hemos tranquilizado y dormido, y la he obligado a salir a dar un paseo y Angel dice que nos hemos pasado. Sinceramente, ya no sé cómo hacer las cosas bien con ella, si nos pasamos, si no llegamos…difícil.

La luz del atardecer se filtra entre las ramas de los árboles que nos acogen y entra a raudales por la autocaravana. Ni un ruido. Me voy a duchar.

VIERNES, 4 de octubre.

Hemos oído todo tipo de aves nocturnas y arrullados por ellas hemos caído en un tranquilo sueño.

Por la mañana ponemos rumbo a los dos únicos destinos que nos quedan por hoy: Cisneros (cuna del cardenal Cisneros, confesor de Isabel la Católica) y Fuentes de Nava.

Atravesamos de nuevo las llanuras de la tierra de campos hasta llegar a Cisneros a 20 kilómetros de donde hemos pernoctado. Una vez aquí nos cuesta trabajo  acceder a la Iglesia de San Facundo y San Primitivo.

Esta iglesia junto con la de Fuentes de Nava se encuentra dentro de “Campos del renacimiento”:  https://camposdelrenacimiento.com/  que como he mencionado antes, tiene otras dos iglesias más. En invierno el horario se limita a de jueves a domingo  de 10:30 – 14:00 h y de 15:30 – 18:30. Las entradas se pueden adquirir por la web o en el mismo sitio y hay varios precios según las sedes que se deseen visitar, teniendo también la opción de visitas guiadas.

La encontramos cerrada, pese a estar en horario de apertura y por más que miré en la puerta no encontré nada así que busqué el teléfono y llamé. Me dijeron que teníamos que acercarnos a la iglesia de San Pedro a adquirir las entradas y me dio unas indicaciones tan pésimas que en un pueblo tan pequeño nos perdimos y me vi obligada a llamar de nuevo. Al final la encontramos.

La iglesia de San Pedro  alberga un museo territorial donde se pueden apreciar piezas de arte religioso  destacando  dos sarcófagos. 

Tras visitarlo muy brevemente (no me gustan los museos), nos dijo que fuéramos caminando de nuevo a la de San Facundo y que ella vendría enseguida, cosa que no pasó y tuvimos que esperarla. No comprendo ese ir y venir, pero fue así. En la espera me fije que en la puerta había un descolorido cartel que indicaba donde acudir para su visita.


Y la iglesia de San Facundo y San Primitivo nos descubre un maravilloso y excepcional artesonado mudéjar del siglo XVI destacando especialmente los del presbiterio y la capilla. Disfrutamos en soledad de este maravilloso techo para partir ahora rumbo a nuestro último destino, Fuentes de Nava.









La iglesia de Santa Maria de esta localidad guarda en su interior una auténtica joya, de nuevo, todo el techo está cubierto de un increíble artesonado de mudéjar policromado del s.XVI, en perfecto estado de conservación.

No se pueden evitar las comparaciones y la superficie de artesonado mudéjar de esta iglesia es mayor y a mi gusto, más rico, variado y bello que el de la iglesia de Cisneros. Son distintas, ya que en la iglesia de San Facundo el policromado dorado del artesonado se ciñe a la cúpula revistiéndola toda aunque está presente en el resto de la nave pero sin color, mientras que aquí este artesonado colorido cubre toda la nave central con profusión de formas y decorados haciéndola, a mi gusto, más llamativa que la de Cisneros.

En esta iglesia coincidimos con el mismo joven que estaba en la de Cisneros así que le pregunté que a qué se dedicaba y me dijo que era el director de este proyecto, doctor en historia. Mantuvimos una animada conversación. Y pude entender la riqueza de esta zona, distinta de la del resto de Castilla y León.

A lo largo de este relato he comentado que en Tierra de Campos, una interminable llanura que se extiende por todos los lados, hay pocas tierras sin labrar, al contrario que en otras zonas o provincias de Castilla y Leon, como por ejemplo, Avila. Parece que siempre ha habido esta riqueza en la zona y que era muy normal que estas poblaciones tuvieran hasta cinco iglesias. Era el granero de España. Y la diferencia puede estar en el agua. Estas tierras siempre han sido regadas por ríos y canales por lo que son más productivas, además de que la propia tierra, por su composición, lo sea.

Y alrededor de las 13 horas ponemos rumbo de regreso a casa a donde llegaríamos alrededor de las 18 horas.

 María Angeles del Valle Blázquez. 

Boadilla del Monte Octubre 2024

 

 

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